Trabajar desde nuestra residencia nos ofrece una gran flexibilidad. No obstante, para realizarlo a cabalidad, debemos administrar bien nuestro tiempo. No hay que trabajar muchísimas horas al día sino trabajar eficientemente, utilizando varias técnicas efectivas para aumentar su productividad.
- Elimine a los ladrones de atención. Es imposible concentrarse si a cada momento suena una alarma, una campana, un timbre o una vibración. Si estamos pendientes a cada comentario de las redes sociales, a cada correo electrónico que recibimos, a las noticias de última hora, perdemos la habilidad de ser productivos. Sáquelos de su entorno y comprométase, por ejemplo, a verificar su correo electrónico a ciertas horas específicas del día.
- Implante una rutina. Comience a trabajar, almuerce, tome sus recesos y excepto por alguna situación fuera de su control, termine sus labores a la misma hora todos los días. Ordene sus tareas diariamente, comenzando por la más importante. Haga un listado de asuntos pendientes al final del día para que al inicio de su próximo día laborable, sepa exactamente por dónde comenzar.
- Use su mente para pensar, no para recordar. Su energía mental se usa para crear, resolver asuntos y encontrar soluciones. No sobrecargue su mente tratando de recordar citas y compromisos. Use una agenda para organizar su itinerario.
- Establezca metas pero concéntrese en las tareas prácticas para lograrlas. Una meta puede ser “Crear mejores relaciones con nuestros clientes”. La manera práctica de lograrlo sería desarrollar, por ejemplo, una encuesta por correo electrónico para preguntarles cómo clasificarían nuestros servicios y cómo podemos servirle mejor.